Constrúyase un cielo más bien cóncavo. Píntese de verde o de café, colores

terrestres y hermosos. Salpíquese de nubes a discreción. Cuelgue con cuidado una

luna llena en occidente, digamos a tres cuartas sobre el horizonte respectivo.

Sobre oriente inicie, lentamente, el ascenso de un sol brillante y poderoso.

Reúna hombres y mujeres, hábleles despacio y con cariño, ellos empezarán a andar

por sí solos. Contemple con amor el mar. Descanse el séptimo día.

martes, 14 de septiembre de 2010

Queria dejar un fragmento del libro "Yo, Colon" del peridista santafesino Hugo Mataloni donde compila diferentes articulos publicados en el diario El Litoral.
Me llego este libro alla por el año 1998 y queria difundirlo.

Reportaje a Colon      

Los días previos habían sido muy agitados. Se estaba por descubrir América y todas las subcomisiones habían trabajado mucho. Miles de indígenas habían aprendido a hacer evoluciones gimnásticas para formar la palabra “welcome”, los hoteles estaban llenos y ese 12 de octubre de 1942 era feriado porque justamente era el día de la raza. Además, ni los indiecitos iban a la escuela porque había paro docente.
En cuanto se vio a lo lejos la primera carabela, varios indígenas gritaron al mismo tiempo:-“¡Allá viene Colon a descubrirnos!”.
-         ¡Yo lo vi primero (dijo uno que quería ser periodista) no me quiten la primicia ¡
Los indios estaban con bombos y platillos y gritaban a coro: “¡Colon, Colon, que grande sos!”. Algunos de ellos portaban cartelones que decían: “¡Descubrimiento si, Colonia no!”, por lo que se notaban que eran nacionalistas de los buenos. Colon se puso sus mejores galas, tomo la espada de descubrir, bajo del bote cuidando de no mojarse los zapatos, y poniendo cara como para salir en Billiquen, dijo:
      -¡Buenos días os de dios!
      Los indígenas se sorprendieron: ¿Qué dios? (se preguntaron) ¿El de la lluvia? ¿El del trueno?
     -El único dios que hay (dijo Colon) Se ve que sois salvajes. He venido a descubrir América y a traer la civilización y la cultura. Además he venido a decirles hoy se termina la Edad Media y que la Edad Moderna se viene con todo hablando castellano. Además por si les parece poco les traigo la rueda, la pólvora, el caballo, la gallina y los huevos, el perro, el trigo, los libros y lo que es mejor la uva y el vino, que no sabéis lo que os perdéis.
    -Señor navegante (lo enfrento el presidente de Alerta Indígena, una asociación local) tengo que recordarle que dice la Antropología que todas las culturas son igualmente validas. Usted no tiene derecho a imponernos la suya y a borrarnos la nuestra.
    -¡Que sabéis vosotros de derecho si tenéis esclavos a otros indígenas y le sacáis el corazón para ofrendarlos a dioses inexistentes! De aquí no retrocedo. Le prometí a la Reina que venia a descubrir América y no me vuelvo sin haberla descubierto. Así que hacedme camino y que me saquen la foto que el día de hoy es histórico. De paso traedme la pólvora.
   -Nosotros ya estábamos aquí, de modo que nosotros somos los descubridores de usted y no usted de nosotros (dijo el dirigente).
   -En Europa no tienen la menor idea que ustedes existen, y yo lo diré, y de ahora en adelante la Historia será distinta. Probadme que alguno de ustedes nos ha descubierto a nosotros y yo les creeré.
   Los naturales, que no salían de las discusiones, tuvieron que hacer elecciones internas. Por eso, hasta el día de hoy quedo el descubrimiento de Colon como el único valido.
   _Además (dijo Colon) dejad que os descubra España, que al fin de cuentas es la Madre Patria. Porque nos vienen pisando los talones los ingleses, que no pueden soportar la idea de que España sea una potencia.
Si dejáis que los descubra España seréis una gran nación de arriba abajo y hablareis un solo idioma, pero no el náhuatl, el azteca ni otros chimichurris. En cambio, si os descubre los ingleses primero, menuda historia tendréis. Ellos están convencidos que el único indio bueno es el indio muerto, y eso no es nada: lo peor es que son unos herejes.
   Los naturales empezaron a traer cocos y frutas tropicales. Pero dejaban entrever que algún día iban a protestar por sus culturas invadidas.
Colon pensó que el único arreglo iba ser hablar de un “encuentro de dos culturas”. Destapo la sidra de celebrar y brindo.
   -Ojala que dentro de varios siglos esta islita donde desembarco, no sea de los ingleses. ¡Feliz Edad Moderna!

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